Felipe

No, hombre, no. Eso cómo va a ser. Con todos los respetos que un humilde, casi indigno y sin duda miserable y soplagaitas columnista le debe a su periódico: ayer el Diario JAEN se equivocaba. ¿Cómo se va a ir Felipe López de la Diputación? Quita, quita, no digas disparates. ¿La Diputación sin Felipe López de presidente? Claro, y ya puestos, el Castillo sin cerro, Cubero sin caballos, los bares sin tapas y el Hornero sin Pollagorda. Lo que tú quieras. Que no. A ver si nos enteramos: Felipe López no puede abandonar la Diputación porque la Diputación es Felipe López y entonces qué hacemos, ¿nos quedamos sin Diputación? Cuando se inventó la Diputación se inventó a Felipe López. Eso que nos cuentan de un tal Carvajal y no sé qué otra peña que presidió la Diputación es mentira, leyendas, chominás de la gente. Tú pregúntale al más viejazo de Jaén y, si no chochea ni lanza perdigones al hablar, verás como su memoria alcanza a Felipe López y sólo a Felipe López, ese hombre que nunca ha dado un ruido porque en realidad no es un hombre, es la Diputación, ya lo he dicho, además de una máquina de promocionar aceite, con pantalla táctil. Felipe López es un producto político y administrativo. No existe como persona. Existe Rafael Olmo, ese sí, pero Felipe es un concepto.