1.10.09

¡Qué papelón!

A los concejales del PP jaenato se les ha ido la pinza como se le fue a mi pobre tía Luisa, que se escagarruciaba en los peroles y se partía de risa, la mujer. Eso de abrazarse a un árbol con “farda” modistera y plantarse ante las máquinas destructoras con cara de haberlas aprobado todas no se lo cree ni el chalao perdío más hartico vino que me señales tú ahora mismo con el dedo. Ya se sabe que los creíbles, la gente que suele impedir estas cosas de la tala de árboles, son greñudos, huelen a porro que alimentan, llevan perro y flauta y no les falta jamás un buen roto en el leotardo. Lo demás es esnobismo y, en este caso, del peor, el más ridículo. ¿Me quieres tú decir a mí qué leche pinta la Nestares, sin rastas ni nada, abrazada a un troncorro como si le estuviera dando el pésame a un amigo obeso? Claro, como aquí en Jaén somos todos unos sandios y unos papamoscas, pues ahora cogemos y, tan ricamente, nos creemos que los derechacos maman leche ecologista y que no pueden dormir por la noche ni estar agusto en el Club de Campo pensando en los árboles que se va a cargar el tranvía. ¡La virgen, qué papelón! Pero, eso sí, fue venir el furgón de la bofia dispuesto a detenerlos y adiós al “bien de la ciudadanía”, total, por unos arbolitos... Además de frikis, caguetas.

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