3.6.09

Igualdad

Lo de “Jaén en femenino” ha sido una basura, Carmen Guerrero, concejala de Igualdad, no nos vengas con chominás. Ya sé que tú no puedes decir eso, que tu cargo te obliga a mentir, que un político jamás va a reconocer su torpeza y la de sus colaboradores; pero no te preocupes, mujer, que aquí está el Tíscar para mandar a estrangular caracoles la corrección política y hacerles felices a todos ustedes, mi querido público circense que tanto disfruta maldiciendo al payasaco. En el acto inaugural pasamos alipori, nena, te lo juro, no nos lo vuelvas a hacer. En el acto inaugural, al que acudieron cuatro viejas y un nene llorón, salió una tía con un monólogo tontazo sobre el diccionario y las palabras “hombre” y “mujer” que nos heló la sangre en las venas, y luego unas señoras recitando poesías de esas de excursión en autobús a Benidorm. El festival fue improvisado, eso lo sabes y lo sabemos, Carmen. La prueba es la falta de información hasta última hora, en que salieron los folletos. Por cierto, folletos rosa, tan femeninos, qué originales, qué forma de eliminar topicazos, ¿no? Estas cosas hay que decirlas porque, de lo contrario, nos acostumbramos a lo “guay” por lo “guay” y ya no hay quien nos saque de que “guay” lo es todo, hasta una pelea de perros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado señor Tíscar, quería hacer varias apreciaciones sobre su cáustico y agudo artículo.

En primer lugar, ha dado con la palabra clave, que es "guay". En mi modesta opinión, un guay es quien piensa que está por encima del bien y del mal, que critica a todo y a todos y suele ejercer una crítica despectiva, utilizando palabras despectivas y menospreciando todo lo que hacen los demás. Exactamente lo que ha hecho con este festival. En sus artñiculos usted critica, critica, y critica a todos y a todo, todo está mal.

Una pregunta si, como ya vimos en su artículo de hace unos días, estaba predispuesto contra el festival, ¿por qué fue al acto inaugural que tan bien describe? Si ya sabía que iba a ser ese desastre ue describe, ¿por qué fue? Yo, si sé que algo no va conmigo no voy, a no ser que tenga ya un interés previo en criticar y hacer sangre, hacer daño.

Si algo está mal, hay que criticarlo, pero siempre es mejor hacerlo de forma constructiva y positiva, porque con esta actividad despreciativa, llamando "basura" a las cosas, no vamos a ningún sitio.

Una propuesta: organice un festival de lo que sea y a ver cómo le va, porque es lo que pasa en esta tierra, que nos encanta criticar desde la barrera, sin mover un dedo, pero luego nadie quiere ponerse a trabajar para sacar cosas adelante.

Anónimo dijo...

No estimado Jesús, demuestras cada día lo poco que se equivocó Juan Espejo cuando por tres pesetas te compró. El sabía lo que compraba, y hay cosas que no valen mas de tres pesetas,tu caso. Día a día lo demuestras en tu columnita provinciana que te tiene aupado en los atriles de la mediocridad y el desproposito.
Sigue así, el tuyo es el camino de la soledad.

KARAMES dijo...

Superada la fanfarria oficial y su discurso bien administrado del “éxito” que más tiene que ver con el mito publicitario que con la auténtica movilización ciudadana, es cuestión de incluir matices al Festival Jaén en Femenino y asumirlos. Tal vez sea el momento o igual es sólo contagio mimético, pero como champiñones clonados surgen festivales multidisciplinares que tematizan los más diversos aspectos y como era de esperar las cuestiones de género también han encontrado su hueco, de lo cual me alegro sinceramente; está claro que el arte es una herramienta fundamental para la explicación, comprensión y cambio del mundo en que vivimos. Pero aún es difícil distinguir cuando ante la necesidad social y política de crear una perspectiva de género, muchas veces las instituciones encargadas de esa promoción se dedican sólo a la instrumentalización política de sus manifestaciones, eso cuando les da por hacer algo, y por otro lado la “tematización” ha generado la aparición de unos pocos “especialistas” cuyo discurso se debate entre la carga ideológica y el cambio social, y el puro interés crematístico de saber que es una amplia parcela de negocio amparada por la mejor de las intenciones. Ante la duda nos encontramos y a una primera edición Jaén en Femenino, digamos sencillamente muy mejorable, le ha sucedido la de este año, convertida en un ligero despropósito. Incluso “especialistas” desembarcaron para organizar este caos del que a buen seguro tiene importante culpa la Concejalía de Igualdad. Precipitación, retrasos, falta de coordinación, oportunismo, ausencia de formas, programación no siempre adecuada a espacios, inexistente publicidad previa, horarios y actividades trastocados a última hora, y la triste implantación de un discurso superficial y ortodoxo, un neolenguaje que acabará vaciando de contenido la realidad supuestamente aludida; la mejor muestra esa inauguración a medio camino entre la temprana improvisación y el cagar mármol con solemnidad. En fin, como decía Celia Amorós, de la que fui alumno en Filosofía: “no basta con la fórmula “añadir mujer y remover”. Hay que rehacer la receta si es que hay que incluir los nuevos ingredientes.”