15.5.09

¿Lo cuento?

Pocos lloriqueos hay más falsos y más repulsivos que los de la administración pública cuando se pone a regatear el importe del pago de un trabajo que te ha encargado y que ya has hecho. ¿Me ha pasado a mí recientemente y por eso escribo esta columna? Sí, lo que ocurre es que, a la hora de estas primeras líneas, todavía no me he decidido a detallar el asunto y arriesgarme a las venganzas que acarrea esto de contarlo en los periódicos. Me refiero al veto, claro, a que ya no te llamen más, por rebeldón, a que un funcionario que cobra su sueldo todos los meses diga “ahora te vas a enterar” y te niegue la partícula de dineros públicos que él considera de su propiedad por el simple hecho de repartirlos. ¿Lo cuento? No sé, no sé. Uno es un muerto de hambre sin mucho que perder; sin embargo, me jodería quedarme sin pueblos del Circuito Literario Andaluz en los que leer cuentos y cobrar los 360 euros que pagan, por ejemplo. Uno vive de esto. Ay, qué dilema. Leche, pero es que está muy feo que te llamen para intervenir en una mesa redonda de la Feria del Libro jaenita, te prometan 200 euros, cumplas con tu trabajo y luego te encuentres con 150 por aquello de que “la cosa está muy mala”. La Delegación de Cultura regatea 50 euros. Qué triste, señores.

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