14.1.09

Magdalena

Bueno, a ver, un poco de razón sí que lleva la Nebrera, ¿eh? Hablar andaluz no es meterse una papa en la boca, y la ministra Magdalena Álvarez habla como si tuviera una papa en la boca, las cosas como son, o como si se embarnizara el gaznate, mejor, aparte de que la locuacidad y el piquito de oro no son precisamente sus fuertes, que la señora suele explicarse peor que una totovía espachurrada por la rueda de un camión. Uno puede derrochar y hasta hacer ostentación del acento que la tierra le da, claro que sí, pero se puede hablar andaluz y que se te entienda perfectamente. Lo de la Magdalena no es andaluz, es pereza fonética, poca afluencia de aire, laringe estrecha y algo así como un aburrimiento supino impregnando todo lo que pía. El delito de la diputada catalana del PP es haber confundido este defecto con el habla andaluza, además de tenerle un tirriazo a la ministra de Fomento de agárrate y no te menees. No ha caído esta tía en que habrá catalanes tatos, gangosos, pitillos…, por no hablar de esos catalanes de voz tan engolada que enmierdan de catalanismo todo lo castellano que se les obliga a parlar, con lo bonitos y lo sanos que son el catalán y el castellano sin pisarse el uno al otro. Que el problema es de logopeda, hombre, no de comunidad autónoma.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues eso que lleva usted razón y que todo se saca de contexto por los puñeteros intereses de siempre.

Anónimo dijo...

En la web de segovia un militante del PP está con Nebrera y contra Arenas. Al señorito le crecen los enanos.
Yo creo que lo de Nebrera no ha sido tan grave, pero al PSOE se lo han puesto a huevo y al PP de Arenas, también.