20.11.08

Puños nuevos

Se gastan mucho en gimnasios y en agriarse la leche, así que a menudo tienen que amortizarlo pegándole un palizón mortal a alguien. Los trajes sobre los músculos les quedan muy bien y los abrigos, cuanto más largos y rectos y oscuros, mejor. Les dan el aire del uniforme matonini y algunos se lo creen a pie juntillas. El tránsito de animales que frecuentan la discoteca es su responsabilidad, y como no acostumbran a tener otras responsabilidades (ni quiera las penales), llevan su labor a los extremos que sólo la hombría y su correspondiente Ley de la Mano de Hostias es capaz de exigirles y hacerles cumplir. De chicos veían muchas películas de Bud Spencer y Terence Hill, de mayores no paran de alquilar las del Jean Clos Vandan ese y cuando se jubilen tienen pensado meterse entera la filmografía de Disney, ya tranquilitos y dispuestos a recuperar el tiempo perdido y la cultura a la que, por sus obligaciones, no tuvieron acceso. Pero mientras tanto siguen ejerciendo de marmolillos grandotes y de pocas palabras, expertos en calzado y en dar donde duele mucho, incluida la vida. Se aman, odian su trabajo, tratan de resolver el conflicto existencial a golpes. Pronto dejarán de llamarse porteros para adoptar no sé qué eufemismo. Y adquirirán puños nuevos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No le voy ha quitar razón del "fondo" de su articulo.Pero digame.¿Quién es el "Cutre" que permite que escriba en el diario de Jaén? Si yo fuera de la dirección les mandaba a su casa a los dos.
Que vergüenza.