18.1.08

Las fauces del PP

Para el Partido Popular de España, en el centro no cabe Gallardón. Y se lo carga. Gallardón es un rojo, Gallardón le cae bien a los progres y a los Bardem, Federico Jiménez Losantos no traga a Gallardón, Gallardón ha casado maricuelas y maricuelos, qué díscolo es Gallardón (y con ese apellido, para más inri, que es el aumentativo de un pecado terrible y tenaz), Gallardón no se revuelve contra la amenaza a la familia ni le da tres besos al anillo de Rouco Varela, sólo le da uno. Ahí está el PP que quiere volver a gobernarnos, ahí lo tenemos, está en echar a Gallardón, un personaje con el que uno comprende que, pese a todo, la derecha en España podría ser hasta recomendable, más que nada por no oler a rancio. Cuánta gente habrá brindado y gritado “¡tomaaaa!” por la orfandad de Gallardón. A pelarla. Esperanza, Mariano y los Acebes se han puesto en el bordillo de la acera política como esas señoras que se hacen fuertes en las cabalgatas y en las procesiones para que por allí no pase ni dios. A Gallardón lo votan la mayoría de los madrileños y el PP ha sido capaz de eliminarlo, ha sido capaz de sacrificar votos por ejercitar sus fauces, el aparato de venganza, su vil garrote democrático.

2 comentarios:

El Juan Pérez dijo...

Ay, este Jesús, como las gasta, que bien retrata. Aunque a mi me gustó más el del obispo de abajo subido al árbol. A ver si te presentas unos libros nuevos y nos tomamos unas birras que ya toca.

Jesús Tíscar Jandra. dijo...

Pues mira, a lo mejor pronto hay libro nuevo, nene Pérez.