11.6.07

Vuelve a sonreír el PP

El Partido Popular respira feliz tras la confirmación del fracaso de la intentona socialista por lograr la paz en España. Con la tregua rota, las negociaciones al traste, el De Juana Chaos enchironado (y otra vez sin desayunar) y el Otegi apestando también a talego-talego, las cosas han vuelto a su sitio, o sea al lugar en que el Mariano Rajoy las quiere: la zona de descanso mientras llegan ellos al Gobierno. Y esto es muy triste, oiga. Yo diría que, además de triste, es un poco asqueroso. Que la oposición celebre el tajo a la ilusión que algunos le pusimos a las intenciones de Rodríguez Zapatero no me parece el gesto político más adecuado, sino el más rastrero que han sabido desarrollar. Una vez más se demuestra que estos derechacos hacen política para sí mismos y lo demás no son sino dificultades para volver a alcanzar el poder que las mentiras y la obcecación les arrebataron a manos de un señor con bigote que cata vinos en Valladolid y que se cree más chulérico que nadie al volante. Regresan los escoltas, se vuelven a mirar los bajos del coche y renacen las sonrisas peperinas. La derecha, como la Iglesia católica, sabe perfectamente que un pueblo acojonado es un pueblo mucho más manejable.

3 comentarios:

El Juan Pérez dijo...

Yo creo que los que vuelven a sonreir son los escoltas que ya andaban pensando en si venirse a la aceituna este año que entra. Y también algunos periodistas que eso de que no haya noticias con sangre les resulta de un muermazo... En fin, que la ETA no se acaba y ya se va de vacaciones a la costa. Ojalá se vaya algún día bien lejos, a tomar por culo, por ejemplo.

Jabalcuz dijo...

La familia de JOrge Díez van a montar una fiesta.

Idos por ahí.

saludos

PD. Sí, buscad en GOOGLE jorge Díez, comprendo que no ´tengáis ni zorra de quién es, lo comprendo.

El Juan Pérez dijo...

Seguro que si me hablas de algún soldado que ha dado la vida por la patria en alguna misión internacional, sales con aquello de "es su trabajo, sabía a lo que se exponía".
Yo no voy a caer tan bajo. La vida de un escolta es jodida. Es una mierda que una persona tenga que ganarse la vida parando las balas que van al cuerpo de otro. Con un poquito de sentido del humor, y admiración por sus cojones, le haremos la existencia más llevadera, por lo menos a los que sigan vivos.
Y a ver si te lees los mensajes hasta el final que creo que he dejado bastante clara mi opinión al respecto.