Qué tierno sería que el paro indefinido de pagos con el que nos malahostia la sangre el Patronato Municipal de Cultura a los acreedores culturetas incluyera también la nómina del funcionario que te lo dice, la de la secretaria que te lo cuenta, la del concejal que te lo narra. Tierno, sí, porque entonces nos podríamos abrazar todos cálidamente y compartir sollozos e hipos y chuparnos los mocos en solidario patetismo. Pero no es así, amiguitos, no es así. El paro de pagos sólo afecta al tonto el haba que les ha trabajado puntualmente y que, después, medio asfixiado, ha de peregrinar cada cierto tiempo a esas oficinas montaneras de alineados cabizbajos y conserje feliz a ver cómo va lo suyo y descubrir otra vez que lo suyo es que ni va. No se paga a nadie. No hay ni un duro. Es que ni trescientos euros, tío. ¡Qué gestión tan zurulla, la virgen, qué perra! Sin embargo, eso sí: la orden es no parar de contratar, de pedir, de solicitar, de exigir, porque lo importante es que parezca que la cosa va bien, que el Patronato es guay, que los sociatas son chanchis. Y en la Concejalía de Turismo ni te cuento, allí las pobres funcis es que ya no saben si descojonarse o prestarte tres euros. Maldita sea, ¿se puede saber qué leches estáis haciendo, Montané, Shaw, alcalda? ¿Eh? ¿O es mucho pedir?
24.9.09
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2 comentarios:
me cago en la leche jesús tírate pa ellos y de los pelos los arrastras por la calle almenas.
la verdad que no ven más allá de lo que tienen en primera fila o ante sus narices.
un saludo.
Don Jesús, un aplauso de mi parte...Muchos sufrimos de lo mismo y muy pocos nos quejamos!
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