Titulares

Diez años le calcula el Federico Mayor Zaragoza a la economía para que ésta se ponga al servicio del pueblo, de los valores humanos y de la justicia social. Ahí lo llevas. Dios te oiga y se acuerde, Federico, aunque sólo sea para premiarte a ti por esa fe tan desvergonzada que nos luces, gachón. Porque, a ver: como esperanza está bien, el auto engaño a largo plazo apuntala la salud existencial; pero, como predicción, nos sería de más provecho comernos una chancla pensando en alfajores toledanos. Será que como el ex director de la Unesco es ahora presidente de la Fundación Cultura y Paz, no tiene más remedio el hombre que decir estas cosas en los observatorios faramiñanescos de la Uja Piruja, porque, si no, a ver para qué leche sirve una institución con ese nombre tan optimistamente boniquillo, no va a venir el presidente de la Fundación Cultura y Paz a decir que, dentro de diez años, medio mundo seguirá comiendo fideuá y el otro medio, cuarto y mitad de truños, hasta que se les haga el paladar y el estómago a las armas y a los dictadores consentidos. Ojalá me tenga yo que comer esta columna. Pero es que el pesimismo da muchas fuerzas para desautorizar a estos sabios que tienen que justificar el pago de las conferencias ofreciendo titulares llamativos.