Celebramos en estos días en el Ifeja la 2ª Feria Internacional de Biomasa, Energías Renovables y Agua mientras, cuchusté qué cosas, buena parte del mundo se muere de hambre, y más que van a morir, ya los noticieros nos están informando así por lo bajini, casi susurrando, que viene una buena hambruna, no por culpa de dios, que ese no hace nada, sino por aquello tan bonito y concienzudo del no te quito más porque ya no tienes, pobretón de mierda, y venga chorrazos de petróleo. La biomasa es una cosa que al occidental le resuelve la conciencia, por ecológica y chulérica, por tan siglo XXI, y que al brasileño y al asiático y demás gentuza harapienta le deja sin productos alimenticios que llevarse a la boca del alma y, de paso, a la del careto, que nunca viene mal meterse cosas por ahí y poder así amanecer con menos ojeras y más presencia de ánimo. ¿Cuántas toneladas de maíz y de girasol hacen falta para que refresquemos el ambiente a cambio de matar de hambre a esos pueblos que no existen más que en el telediario? Lo dicho: celebramos en estos días la 2ª Feria Internacional de Biomasa, Energías Renovables y Agua, celebramos en estos días un nuevo atentado secreto que nos reconforta.
9.5.08
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