12.2.08

Inmigración

Con su propuesta, promesa o amenaza respecto a la inmigración, el candidato por el Partido Popular a dirigir los designios de esta gran nave llamada España (vellos de punta y un himno en el corazón), el Mariano Rajoy, busca el voto de muchos, de muchísimos españoles —no sabe ná, el gachón—, esos que ponen siempre un “pero” después de confesar que no son racistas ni xenófobos ni nada, los que están absolutamente convencidos de que en España no había un solo delincuente hasta que vinieron los moros, esa señora que en la plaza se traga la bilis si en el puesto del azafranero le toca esperar detrás de una boliviana, los padres que vigilan el color y el pasaporte de los amigos de su nene (“tú eres moreno de moreno, pero ése es moreno de gitano”, oí no hace mucho a una madre en plena lección cromatológica a su taciturno hijito)… Busca el voto el Rajoy, en fin, de tantos ciudadanos libres y de derecho que, si no se comportan como cafres con el negro de los cedés y con el colombiano del bar de Pepe, es por el qué dirán, no vayan a decir que son ellos unos racistas y unos xenófobos, más que nada porque eso ahora no está bien que se sepa, no viste, quita puntos y hay que dar muchas explicaciones.

No hay comentarios: