No era un besapié, era un besamano, la de la alcalda Puri, que les daba el cheque a ochenta y siete proveedores de los más de mil quinientos con los que el Ayuntamiento jaenita está endeudado. Quien paga descansa, pero anda que el que cobra… El que cobra, resopla y da saltitos. Era la marquesa de Los santos inocentes —¿se acuerdan?— sentadita ante una cola de trabajadores que recibían unas monedas con motivo de la primera comunión del señorito Carlos Alberto, o sea de las elecciones que vienen: daban las gracias y besaban el dinero. Ahora que lo pienso, el besapié no es exactamente un besapié, sino un besatalón, que era lo que el martes pasado se dio en el salón de plenos del Ayuntamiento jaenorro, un besacheque, un besapagaré, dios te oiga. Cola de cebollas y otras deudas añejas, encebollados del anterior equipo de Gobierno, del PP, y esto lo recuerdo y lo remarco, claro, para que lo tengan en cuenta a la hora de votar el día 9, uno es así de flamenco y desvergonzado, y de vendido al poder. Ahora a ver qué pasa con los más de mil cuatrocientos proveedores restantes, entre ellos el quiosquero de enfrente de la Diputación, que ya hay que tener cuajo para deber mil euros en prensa, Jesús bendito, qué sofocación.
28.2.08
Besapié no
No era un besapié, era un besamano, la de la alcalda Puri, que les daba el cheque a ochenta y siete proveedores de los más de mil quinientos con los que el Ayuntamiento jaenita está endeudado. Quien paga descansa, pero anda que el que cobra… El que cobra, resopla y da saltitos. Era la marquesa de Los santos inocentes —¿se acuerdan?— sentadita ante una cola de trabajadores que recibían unas monedas con motivo de la primera comunión del señorito Carlos Alberto, o sea de las elecciones que vienen: daban las gracias y besaban el dinero. Ahora que lo pienso, el besapié no es exactamente un besapié, sino un besatalón, que era lo que el martes pasado se dio en el salón de plenos del Ayuntamiento jaenorro, un besacheque, un besapagaré, dios te oiga. Cola de cebollas y otras deudas añejas, encebollados del anterior equipo de Gobierno, del PP, y esto lo recuerdo y lo remarco, claro, para que lo tengan en cuenta a la hora de votar el día 9, uno es así de flamenco y desvergonzado, y de vendido al poder. Ahora a ver qué pasa con los más de mil cuatrocientos proveedores restantes, entre ellos el quiosquero de enfrente de la Diputación, que ya hay que tener cuajo para deber mil euros en prensa, Jesús bendito, qué sofocación.
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