El Alcocer es ese tipo de bar al que yo llamo “de medicina preventiva”, aunque también puede usarse como curativa sin que sus beneficiosos efectos dejen que desear. Porque están las hamburgueserías, están los kebab, están las pizzas, están las salchicherías de tomatillo y pimporra… Pero también está el Alcocer, que son palabras mayores, un respeto, haga usted el favor, no me mire así. El Alcocer es una farmacia en la que despachan “Almax” a la plancha y otros protectores del aparato digestivo. Uno va, se mete unos cuantos pildorazos recién preparados por la licenciada y señora de Pedro (de Pedro el del Alcocer) y a partir de ahí que le echen feria de día y de noche, con sus miserias garrafales, que el organismo sufre menos y la sangre permanece cabal. Y mira que te diga: no te preocupes tú por Pedro, el baranda, porque, pese a que el hombre siempre tiene cara de estar a punto de cerrar hasta mañana, no cierra, él te aguanta, es que esa es su expresión natural: él tiene cara de querer cerrar hasta mañana como otros tienen cara de llamarse Ricardo o de aguantarse un eructo. Y si logras la difícil potra de pillarte el encajonamiento entre la ventanilla y la barra…, niño, ahí te las den todas.
17.10.07
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