El piquete: borde y matoncete

(Por error, el título apareció en el periódico como "mamoncete")

La figura del "piquete informativo" es fascista. Eso para empezar y para que lo vayáis royendo despacico, sindicatos obreros. Ya nadie se cree, aunque muchos disimulan, que la misión del piquete es informar sobre la huelga, primero porque de la huelga ya están sobradamente informados los trabajadores del sector que sea, y segundo porque no hay más que ver el comportamiento tan represor y matonudo de estos informantes. ¿A qué se debe, si no, que los sindicatos acostumbren a intercambiarse sus piquetes entre capitales y pueblos para actuar? A que aquí nos conocemos todos y nunca es plato de gusto tener que ponerte borde con el cuñado de tu primo o con la vecina de tu madre. Porque el piquete, sí, es un borde que, mediante amenazas, coarta a las criaturas el derecho democrático a no hacer huelga, por ideología, por economía o porque sencillamente no te sale del nabo, qué pasa. No se me olvida a mí una noche de huelga general, en el Chubby, cuando un grupo de fantoches con banderas y saquitos remetidos en los pantalones irrumpieron en el pub y gritaron: "¡Señores, la huelga es voluntaria, pero como no cierren ya, pueden tener problemas. Buenas noches!". Qué bonicos.