Andan los testigos de Jehová dando el pestiño por las casas con el aviso de que se acerca el fin de la religión falsa. En realidad, se lo agradezco, porque para hoy no tenía tema, llevaba ya rato adormilándome en el blanco impecable de mi mente, tras haberle estado raspando con la uña la roña al teclado del ordenador, que ha quedado niquelao. Entonces ha sonado el timbre y eran ellos, los testigos; me han dado un folleto a todo color, me lo he leído y he dicho: pues ya está, el lunes me meto con ellos, por latazos y por asustaviejas, que eso es lo que son los testigos de Jehová: unos asustaviejas y unos tremendistas. ¿Pues no que te lees el folleto y te acojonas? Entre otros males, dicen que las demás religiones toleran, aunque sea a escondidas, las inmoralidades sexuales, menos la de ellos, que reniega de los fornicadores, los gays y las lesbianas porque no heredarán el reino de dios. Leche, pues qué aburrido, con lo bien que se lo pasa uno fornicando, pero sin pensar en maldiciones ni en grandes rameras simbólicas ni en bestias de siete cabezas y yo qué sé cuántos cuernos, porque eso corta el rollo y así no me extraña que los testigos forniquen poco. No son rancios ni ná. A mí me dan un coraje...
30.10.06
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1 comentario:
Eres un mentiroso y no sabes nada de nada. Muérete.
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