Si la Pantoja se decidiera ahora a visitar a su preso en la cárcel lagártica, Jaén podría levantarse brava sobre las piedras rosadas de la fama basurienta con la que bendice la prensa del coñazón. Faltica nos hace. Jaén sería el escenario del encuentro más esperado por todos los españoles desde hace meses. Pasaríamos a la historia de "Aquí hay tomate" y lo mismo se revalorizaría nuestro aceite, nuestro turismo y nuestro honor de provincia culo. Quién sabe, a lo mejor Instituciones Penitenciarias se ha dejado llevar por una sugerencia del Gobierno y el traslado del ex alcalde de Marbella a la trena jaenícola forma parte de las inyecciones revitalizadoras que nos deben desde siempre en Madrid: ¿Queréis pan? Tomad reos ilustres e id chupándolos, que de momento ya estáis en las portadas de todos los periódicos, radios y televisiones, como cuando el señor Bartolín. Ahora, católicos jaenitas, tenéis que ayudar un poco rezándole a vuestras supersticiones más sagradas para que la tonadillera peregrine al Rocío talegario de Jaén seguida de un coro de televisiones cantando el "oléeee, olé, olé olé olé..." y esas cosas. Al bochorno ya estamos acostumbrados y nadie se va a sentir ofendido. Al contrario: un orgullo.
6.10.06
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario