Nosotros, vosotras, la publicidad

Qué gracioso el anuncio ese, me parece que de “Movistar”, en el que un chiquillo chico tiene hambre y por medio de gestos y pistas pretende hacérselo saber a su padre, quien no se entera y termina poniéndose el sujetador que el chaveílla le ha señalado en demanda de su leche. Lo han visto, ¿verdad? A lo mejor ese spot debería ofendernos mucho a los hombres y movernos a la queja, a la indignación, incluso a pedir que lo retiren, ésa y toda la publicidad feminista que trata de gilipollas al género masculino. Lo que pasa es que preferimos reírnos. Casi todos los tíos tenemos un defecto del que carecen la mayoría de las mujeres, no digamos ya si esas mujeres son integristas: el sentido del humor. Creemos que se vive mejor sin pillar berrinches por chominás, porque conocemos mucho mejor que ellas la medida exacta de las ofensas. ¿Que somos tontos y no nos enteramos de nada, según un anuncio de la tele? Pues claro que sí, lo somos, llénate por aquí, Ezequiel, que vamos a celebrarlo, hombre. Pero cállate tú si sale una macizorra adornando un coche, la que se lía. Redié, si se lió por el “¿cueces o enriqueces?” del Avecrem... Es como este “Lagártica”, que verás lo mal que les sienta.