9.5.06
La casilla de la Iglesia
Qué susto. Acabo de leer que se han dado errores en algunos borradores del IRPF, en los que ya venía marcada la casilla de asignación tributaria correspondiente a la Iglesia católica. Hecha ya la declaración de la renta, no me había fijado en el detalle, mira tú por donde. Pero no, menos mal: por mi parte, ni un céntimo para las sotanas. No me lo hubiese perdonado nunca. Cáspita, qué mal rato he pasado hasta comprobar que todo estaba en orden y coherencia con mis sentimientos más íntimos, ésos que los católicos del lugar no me respetan cuando los cuento aquí. La Iglesia quiere más dinero de los contribuyentes, hasta hoy sólo el treinta y tres por ciento le marca la casilla, y el error ese que dicen les tiene encantados. No obstante, negocian con el Gobierno un aumento de su paga: algo tendrán que darles los impíos a cambio de casar sodomitas, marear la asignatura de religión, desbaratar matrimonios decentes por la vía rápida... Y si ese algo es pasta, pues venga, se les perdona, con la mano extendida y la calculadora presta, porque no saben lo que hacen. “Recibir... para poder dar” es el lema de su campaña espiritual de este año. ¿Dar qué? ¿La lata? No marquen esa casilla.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Oye, Jesús, ¿No te molesta más que hayan "relegado" tu artículo a la esquina inferior izquierda de la página par donde se publica? Lo de molestia lo digo por esos niños vírgenes -no sé yo- vestiditos de blanco dispuestos a recibir la Santísima Comunión que te han usurpado el sitio en la página.
De ninguna manera, mi querido Bert. No me han "relegado": sencillamente han hecho algo menos visible el tesoro que conmigo tienen. Me pongan donde me pongan, lo valioso siempre va uno a buscarlo a donde sea. Y en modo alguno me molestan esas criaturas, que están para comérselas, tan tiernecitas, tan modosas, tan lindas, tan engatusadas... Tú deja, deja.
Tras esta inyección soberbia de autoestima y autochupapolleo, dispensa que me retire a descansar.
¿Llegas?
No, porque antes he de terminar el curso de contorsionismo que me imparten a distancia unas adoratrices de Talavera.
Publicar un comentario