El Banco de España

Desde aquí mi apoyo a la Cristina Nestares —cucha tú—, quien pide el edificio del extinto Banco de España para transformarlo en un centro cultural público. Y si fuera para transformarlo en un club de mujeres que se llamen Margarita, pues también, incluso en un almacén de patatas tempranas... El caso es darle utilidad a un edificio tan hermoso (digo por el tamaño) y de tan lustrosa firma monea, que se está pudriendo y muriendo de asco desde que nos dejaron sin el templo supremo del único dios verdadero y efectivo, aunque bueno, de momento saben aprovecharlo algunas parejillas, que las he visto yo ahí dale que te pego al amorío. Por cierto, que cuando leí que la concejala pedía “el Banco de España” sufrí un lapsus muy natural y lo interpreté como que “le pedía al Banco de España”, para sus festivalicos y eso. No obstante, y toda vez que los usos que a mí se me ocurren serían rechazados de plano y con gran escándalo, es cierto que a Jaén le hace falta un multiusos cultural para que estudiantes, conferenciantes, escritores, pintores, escultores y artesanos se despachen agusto. Lo mismo tiene éxito y se mete el botellón de la Renfe a escuchar ponencias y analizar arte abstracto.