Conque vendiendo suelo, ¿eh?

Jopé, nene, el Ayuntamiento jaenino está conociendo más juzgados que “El Vaquilla”, aquel alegre bandolero de buenos sentimientos que al final dependía de un simple carcelero, según narran magistralmente mis adorados “Chichos” en una de sus más celebradas composiciones. Ahora resulta que lo han pillado con suelo suelto en el monedero para pagar deudas y recomponerse un poco del estrago manirroto que padecen y nos hacen padecer. Estamos ya como el que vende los oros de la abuela y las cacerolas sin estrenar de la hermana que se casa en junio: hasta el límite de tiesos y, lo que es peor, desesperados. La pregunta es si se pueden pagar cebollas firmando suelo al portador. Legalmente, ni idea; pero visto desde la perspectiva de la dignidad que se supone han de preservarse las administraciones públicas de cara a quienes las proveen, o sea el pueblo, eso es una mamarrachada, las cosas como son. Sabemos que la necesidad les aprieta a los pobreticos, si bien cucha tú que siguen cobrando sus nóminas, pero ante eso no se me ocurre más que una solución: a pelarla. Y lo gracioso es que los sociatas jaenitos continúan pujando por la Alcaldía del cuartel ametrallado que se van a encontrar. Pobres.