El lunes por la noche, en el programa Minuto 90 de la tele de Onda Jaén, el presidente del Real Jaén pidió disculpas y perdón a los periodistas y colaboradores insultados por él en rueda de prensa. ¡Rajaaaaaao! ¡Cucha tú el rajaaaaao! Venga, que no, que es broma, y sirva la broma para, por mi parte, aceptar las disculpas, el perdón, decir que aquí no ha pasado nada y estrechar la mano, si bien ya escribí en su día que lo de “bobo” no lo voy a perdonar así como así por ser un insulto muy repipi, no lo puedo remediar, con lo repipi es que no puedo, lo repipi es lo que realmente me ofende. La verdad es que a Carlos Sánchez se le veía apesadumbrado, mucho, casi diría yo que abatido, y cuando empezó con las disculpas yo creía que se las iba a pedir hasta al gato de Sánchez Dragó, por si acaso él hubiera tenido algo que ver en su desgraciada muerte. El gachón se lió a pedir perdón y por poco nos dan los hornazos, qué tío. Y además dijo algo muy cierto: que si valiente había sido para soltar por su boca exabruptos sin freno en aquella desafortunada intervención, mucho más valiente se necesita ser para decir aquí estoy yo, dar la cara y disculparte públicamente cuando reconoces que te has equivocado. Así que ya sabemos que vocación política parece que no tiene.
18.11.09
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