Las leyes protegen a los menores en cuanto a que los medios de comunicación saquen retratadas sus caras, aunque sea con motivo de acontecimientos de lo más intrascendentes; pero esto los padres no lo saben y se llevan al nene a la manifestación, le pegan una consigna en la frente, le obligan a agarrar una pancarta y hale, a reivindicar derechos y a condenar injusticias de los que los angelicos no tienen ni la más mínima idea ni pueden aún calibrar sus dimensiones. A ver qué pinta un crío de cinco años en una manifestación que no sea para que vuelvan los “teletabis” o se frene el encarecimiento de las chuches. Vaya por delante mi apoyo a la continuidad de la cementera Holcim en Torredonjimeno, con las echadas a la calle que hagan falta, pero no al uso de chaveas para… ¿Para qué? ¿Para dar más lastimica a la multinacional? ¿Para que le remuerda la conciencia? Venga, hombre: las multinacionales desayunan niños todos los días. Hace poco se lo vimos a los taxistas aquí, en la capital: chinorris enarbolando consignas de lo más conmovedoras y sacándose un moco al mismo tiempo, como debe ser, como es natural, porque a los niños hay que dejarles que se saquen los mocos agusto, que ya tendrán tiempo de protestar cuando les obliguen a usar kleenex.
21.11.08
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