Con toda probabilidad podemos tener un negro en la Casa Blanca. También es posible que sea una mujer, pero parece ser que la cosa está más por el negro. Qué modernos somos ya aquí en este mundo, oye. Una mujer o un negro dirigiendo los destinos y los desatinos del planeta Tierra, ¿te lo puedes creer? No te extrañe que, en un futuro próximo, la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica la ocupe…, no sé, un tío de Móstoles o, rizando el rizo de la progresía, una lesbiana albina con los ojos pirris que baile con primor el rigodón y sea hija de churrero puertorriqueño, contando con que en Puerto Rico se hagan churros, que no lo sé y tampoco me voy a poner ahora a investigarlo. Lo cierto es que en esta bola azul del Sistema Solar nos queda muy poco por hacer en pro de la pacificación, la igualdad y el fin de las fronteras. Podemos empezar a dormir tranquilos porque no nos importa en absoluto que una tía o un negro lleguen a lo más alto que, sin ser Papa, puede llegar un ser humano. Aunque, bueno, Obama muy negro no es, no es lo que se dice un negro-negro, y a Hillary ya se sabe quién le va a ir diciendo lo que tiene que hacer: su marío, que entre puro y puro algo de experiencia sacó. Pero bueno, qué importa eso.
6.6.08
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1 comentario:
He tomado prestada la imagen de 12 cuentos con premio para hacer una reseña en mi blog. Espero que no te moleste.
Saludos.
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