¡Por su culpa! ¡Por la suya! ¿Por la mía? ¡Por la suya! ¿Alguien duda que ha sido por la suya? ¡Yo dudo de que ha sido por la mía, porque lo que está claro es que ha sido por la suya, por su culpa! ¡Estará claro para usted, señor mío, pero aquí el único culpable es usted! ¡No señor, yo no, es usted! ¿Pero será usted tonto? ¡Pues anda que usted, que es más tonto que ná! ¡No, no, amigo mío: el tonto es usted! ¡Sí, hombre; pero si aquí todo el mundo sabe que usted no puede ser más tonto y, además, culpable! ¡Diga usted lo que quiera, al final resplandecerá la verdad y sabremos que aquí no hay más tonto que usted! ¡Eso, que resplandezca la verdad, que resplandezca, que todos los españoles se enteren de quién es el más tonto y el más culpable! ¡Naturalmente que se enterarán, se enterarán de que es usted! ¿Yo? ¡Sí, usted! ¡Al contrario, es usted! ¡Ya estamos otra vez! ¡Y las que hagan falta! ¡Culpable! ¿Eso qué se lo ha gritado usted, a su partido, supongo? ¡No, a mi partido no, se lo he gritado al suyo! ¡Pero si aquí no hay más culpable que el partido de usted, qué me está contando! ¡Le estoy contando la verdad!... Y mientras tanto, ETA ríe y Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio callan, callan, callan.
17.1.07
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4 comentarios:
Sí, eso es lo que parece el Congreso, un patio de vecinos en plena trifulca. Da vergüenza.
¡Cuchi, este no te lo había leído en edición impresa!
Es muy bueno, muy, muy bueno. A mí estos "monólogos" solo me recuerdan al escritor por antonomasia del género, Martín Santos.
Por cierto, y ya van dos, el otro día me pillaste hablando por el móvil en la calle y no me pude parar a cambiar impresiones. Discúlpeme usted, sr. Tíscar.
Nos leemos.
Las trabajadoras del Excmo. me parece que no han entendido el sentido de tu artículo del otro día.
Lea por donde lea, la amenidad te inunda y me persigue. Salud y belleza siempre.
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