17.3.06

Y esta noche, el viciaco

Bueno, pues hoy es el gran día. Qué generación ésta, que consigue reunir con preocupación a las fuerzas vivas del lugar como si de una situación de emergencia se tratara, como si se esperase una invasión extraterrestre, una plaga de cigarrones, un tornado arrollador o la visita de un agitador de conciencias. El macrobotellón de hoy en la Alameda ha sido noticia diaria desde hace dos semanas y, quieras que no, eso es una publicidad que va a conseguir que esta noche acuda más de un abstemio decente, de esos que están siempre a vueltas con el ejemplo y la familia, a ver si es verdad que ese demonio tiene los cuernos tan afilados, el rabo tan largo y el aliento tan fétido. A lo que no hay derecho, hombre, es a que las autoridades vayan a convertir el recinto alamedo en un campo de concentración. Habrá cacheos “selectivos”, que suena a que sólo registrarán a los que tengan mala pinta, en busca de droga y vigilancia de los establecimientos que vendan priva, lo cual es una putada porque sin estupefacientes ni pirriaque fácil yo no sé qué clase de botellón esperan, a ver si ahora vamos a hacer el ridículo ante toda España quedando Jaén como un parvulario en lo que a viciaco se refiere.

12 comentarios:

J. G. dijo...

Hoy me vas a llamar intransigente pero me da igual.

Pienso que estos botellones podían realizarse de otra manera, es decir al que le corresponda, podía habilitar zonas adecuadas para así respetar el descanso de los vecinos.

Porque pienso que si los vecinos no reciben por los botellones el merecido descanso, no estoy de acuerdo con detenerlos o multarlos o prohibirles ese disfrute, pero sí en que reciban buenos chorros de agua que no es mala, ya que además hay que limpiar toda la porquería que dejan.

Un saludo.

J. G. dijo...
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J. G. dijo...
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J. G. dijo...

Perdona, la supresión de los comentarios ha sido debido a su cuatriplidad por algún problema técnico mío.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, "intransigente". Sobre todo si el agua le cae más a ellas y se les moja la blusa y se les ponen de relieve los pipotillos, que ése es siempre un espectáculo muy edificante.
Saludos y gracias por tus comentarios. No pares.

Sir Alsen Bert dijo...

Quillo, ¿con quién hablas?

Anónimo dijo...

Pues con Jesús, un lector, ¿con quién va a ser? La esquizofrenia blogera aún no me ha dado, aunque con el tiempo y paciencia...

Sir Alsen Bert dijo...

Anda, si es que os llamáis igual. Os confundí. Ya está el dilema resuelto.

J. G. dijo...

Y también vivo en su ciudad. Casualidades de la vida.

Sir Alsen Bert dijo...

Anda, coño, ¡y yo!
Aunque ahora estoy en San Petersburgo...

J. G. dijo...

Vaya con Alsen, no te lo vas a creer, mi mejor amigo de Jaén que vive en el Barrio de San Ildefonso también está en San Petersburgo.

Y no es broma.

Sir Alsen Bert dijo...

Eh, Jesús, ha sido pura casualidad. Estaba bromeando. Un decir San Petersburgo por mera y linda transposición con la pérdida y el anonimato social en el que está uno mientras estudia unas oposiciones trucadas para ser profesor de enseñanza pública en la futura y Tercera República de España.
Saludos.