15.3.06

La Catedral de Jaén, ¿de pago?

Le recuerdo al obispo de Jaén que su Jesucristo echó a pestugazos a los mercaderes del templo, pero claro, él dirá que eso no tiene nada que ver con lo que se están planteando: cobrar por entrar a la Catedral jaenita, y que no hay que sacar las cosas de contexto y que calla ya y no marees, jolines. Pues no me callo. Y no me callo porque, ya que tenemos que aguantar los mandatos, preceptos y pejigueras de una Iglesia retrógrada, hipócrita y mojigata, lo único que le pedimos los ateazos anticlericales es que, al menos, esa Iglesia sea consecuente con sus creencias y no las adapte según le convenga. Un templo es un templo, en Jerusalén y en Jaén, y el mercadeo es el mismo con euros que con las monedas que le dieron los malos a Judas; la única diferencia, cucha tú, mira por donde, es que los del mercadillo aquel de la Biblia, tan sacrílegos, eran unos particulares y ahora son los propios de dentro los que van a menear el ánimo de lucro mediante su propio producto. Una catedral es, además de un sitio para el culto de quien siga creyendo, un monumento patrimonio de todos, antes que de la Humanidad, y su multinacional católica, señor obispo, creo que ya se mantiene. Y muy bien, ¿no?

1 comentario:

J. G. dijo...

Y luego se queja el sacerdote de turno cuando viene a mi lugar de trabajo cada año a pedirme la estadística de "matrimonios civiles".

Cada año se va más mosqueado por la subida lenta pero progresiva de los civiles, y el descenso también lento y progresivo de los matrimonios canónicos.

Ellos hacia atrás, total, yo creo en la doctrina del del látigo, pero no en ellos que se aprovechan de su nombre.

Un saludo.