14.2.06
Del amor y otros trastornos
Mira que es cursi el día de hoy, ¿eh? Cursi, ñoñico y gazmoñín. Incluso escribir columnas contra él lo hace aún más tontuelo, pero es que no lo he podido remediar. No obstante, eso sí, procuremos no caer en el tópico de que se trata de un invento comercial y que todos los días del año son de enamorados para el que enamorado está. Puag. Con lo costoso que es eso de enamorarse y la de disgustos que conlleva, por no hablar de los trastornos gástricos, cardiovasculares y los que afectan a las glándulas salivales y te ponen perdida la pechera de la camisa. San Valentín y su magia negra: el malvado Nas Nitnelav de la tradición uzbekistana, espíritu brujo de los besos eternos con los que el mitológico notas pretende ahogarte entre mieles ronroneadas y llevarse tu alma de los pelos a su reino crepitante. ¿Para cuándo el Día de la Lujuria? Los sexshopes deberían espabilar y ponerlo en el almanaque, se hincharían de vender picardías. ¡Oh sagrada viscosidad del látex, oh impagables mudeces tras las escorrentías! El amor. Se sabe de cierto que cuando una pareja se enamora, una estrella revienta en el firmamento, como un ciquitraque a destiempo, y a ver quién es el listo que la repone.
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