31.1.06
El Gobierno hundiendo quioscos
Hacen bien en holgar y manifestarse, la verdad es que es una chorrada mayúscula y hasta de padre y muy señor mío eso de que los quioscos no puedan vender tabaco, a fin de proteger a la infancia. Leche con la infancia. Con tanta protección frente a chominás lo único que estamos consiguiendo son generaciones de porcelanita quebradiza, nenes acipotados que, cuando descubran lo que vale un peine, a lo mejor ya es demasiado tarde y te queman al mendigo que duerme en el cajero automático y lo graban con el móvil para enseñárselo a sus colegas y partirse todos de risa, porque eso de ver a un mendigo arder o ser víctima de un palizón mortal debe ser una cosa graciosísima, de mucho chiste. ¿Cómo se les protege de ser unos sádicos? Ni idea, ¿verdad? A la infancia hay que protegerla de otras cosas y, sobre todo, con más acierto. Lo facilón es muy fácil. Que un zagalillo vea que donde su padre compra el periódico venden también esos canutitos de papel que se fuman me parece a mí que no le va a provocar ya el síndrome de abstinencia, vamos, digo yo. Sin embargo, a los quiosqueros los hundes. Y que si al zangalitrón le tira el fumeque verás tú qué pronto consigue un Fortuna. Producto legal.
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