28.12.05

Un mes en huelga de hambre

El Pacorreyes y el Calahorro estuvieron el otro día en casa de Jesús Hidalgo, que lleva más de un mes sin comer en protesta por las deficiencias del albergue de inmigrantes, manteniéndose únicamente con un galipuche de agua y azúcar y limón y no sé qué más, con lo ricos que están los tercios del Alcázar Navidad, jolines, y las rebanadas de pan con sobrasada fundida al microondas, que ya hay que tener valor, Hidalgo, cachi en los mengues, con lo que a ti te gusta comer. El Defensor del Pueblo Andaluz mandó a dos asesores al albergue y en el informe que emitieron reconocen y admiten lo chichinabo de algunos de los servicios por los que este miembro del colectivo “Queda la Palabra” está pasando más gazuza que el perro un ciego. Ahora le toca al alcalde de Jaén recibir y escuchar a una gente que a lo mejor no le va a votar en las elecciones venideras, pero a la que se debe como si fueran peperracos de toda la vida. Lo que pasa es que el Miguel no quiere, se niega, y mientras tanto Jesús Hidalgo continua una cuenta atrás que empieza a preocuparnos seriamente a sus amigos. Alcalde, joder, ¿qué le cuesta? Si no muerden ni tienen tiña ni son muy feos. ¿Cuánto más hay que rogarle?

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