Cruz negra

Pues el acto a favor del juez Baltasar Garzón que se celebró aquí en Jaén no escandalizó ni indignó a nadie, joé, pasó más bien sin pena ni gloria, los medios de comunicación nacionales lo sacaron como una cosa que le habían hecho al magistrado sus paisanos y se acabó. Pero lo organizan los sindicatos (presentes en Jaén aquella vez) en la Universidad Complutense y se arma la gorda: Rajoy pide la cabeza de Zarrías (que también estuvo en el acto pro Garzón jaenita) y al ex fiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo (quien participó igualmente, y largó bien y de lo lindo, en el Ifeja) lo vapulean por ejercer su derecho a opinar, a los actores se les vuelve a titiritizar y a todo bicho viviente que acudió se le ha marcado con la cruz negra de la ceniza franquista. De pronto y sin esfuerzo, el apoyo sindical madrileño al de Torres es para algunos un ejercicio de anticonstitucionalidad manifiesta y sin precedentes, mientras que el de Jaén no pasó de parecerse a un homenaje entre cuñaos o algo así: así de entrañable y de inofensivo. Laírgen, nene, ni para escandalizar a la derechaca servimos. No nos hace caso nadie. Vaya chuchurria. Lo que pase en Jaén, por importante, significativo o relevante que se nos antoje, siempre va a ser una cosa de provincias que hace la gente para entretenerse.