Curso académico 2006/2007

Los doctores de la Uja Piruja deberían ir vestidos así todo el año y a todas horas: con esos batisacos y esas capitas de obisporro y esos gorronchos que se ponen en la cabezota para hacerse los chulos y fardar de títulos y conocimientos profundísimos. Si no, de qué. A ver para qué sirve vestirse de fantoche letrado una vez al año, desfilar con mucha solemnidad y después pasar a paisano: así cómo vamos a reconocerles, cómo vamos a distinguir entre un doctor de la Uja Piruja y un pelagatos de la universidad de la vida y sus tabernas, que todo lo más que lleva es pelliza y boina. No hay derecho. Seguramente la vestimenta es incómoda, sí, y ridícula, el choteo no acabaría, los chaveas callejeros no pararían de derribarles el gorro a pescozones y sería imposible mantener una conversación seria con ellos sin troncharse de risa, pero digo yo que para eso cobran tanto los doctores de la Uja Piruja y son tan distinguidos ellos, para sufrir un poquito, que no todo sea olla, que no todo sean sopitas calientes y mansiones en la sierra, poder político, cenas gratis, saraos varios y otros divertimentos y pasarratos. Si hubiera justicia social, ya digo, habría que obligarles a ir vestidos así siempre. Y en cabalgata.

Chismorreo, hoy toca chismorreo

Vamos con un chismorreo de listas electorales, que, entre las personas cultas que velamos y nos desvelamos por el correcto ajuste de esta ciudad, es lo que más priva ahora en los bares, con las novísimas aceitunas de cornezuelo y las rebequitas de entretiempo, mientras nos integramos en el otoño, como las setas, y nos despedimos de los alcaparrones y de los últimos modelos veraniegos de las chiquillas tunantas que se resisten a enterrarse el moreno fuentezuelo o parcelario bajo los libros de texto. Toma ya. No hay nada como una introducción larga, casi diría yo que excesiva, para mantener en vilo al lector, quien seguramente está deseando conocer qué chismorreo es ése del que hoy les va a berrear el Tíscar y hasta es capaz de saltarse líneas movido por su impaciencia, a todas luces grosera y muy poco solidaria, ya que uno no está aquí pegándole teclazos al ordenador para que ahora llegue cualquier gaznápiro en chándal y eche a barato tanto esmero. En fin. Pues que resulta que, para concejales de cultura, si es que el PSOE jaenerico gana las elecciones, dicen que se disputan el puesto el periodista y etnosurero Pedro Melguizo y el pintor ermitaño Miguel Ayala. Hale, ya lo sabe tó Jaén.

Cuando guste el señorito

Largo estreñimiento el del señorito Javier para echarnos ya de una vez el candidato peponcho que encabece la lista para seguir mandando y mareando con mayoría absoluta en el Ayuntamiento jaenerín. Porque seguirán mandando y mareando, y con mayoría absoluta, siempre que a dios no se le ocurra otra cosa o amanezca un día contento, yo estoy cada vez más convencido: Jaén es de derechas y, además, se da la circunstancia de que, cuanto más nos metamos con Jaén los atorrantes y los perros muertos por ser tan de derechas y tan de misas y besapiés, más de derechas es Jaén. Qué se le va a hacer. Ahora lo que queda por saber es si será el Sánchez de Heineken o el Josenrique quien pegue varazos a diestra y siniestra ordenando insensateces. Al Josenrique parece ser que el señorito Javier no lo llama y que él aguarda horas junto al teléfono comiendo pipas y tamborileando con los manicurados dedos sobre la consola de caoba, herencia de familia, echándole a la cosa más paciencia que esperanza y más cabreo que resignación. A mí particularmente me gustaría que el próximo alcalde fuera el De Moya, más que nada por meterme con alguien de refresco y buscarle nuevas cuchufletas.

Pidámonos todos perdón

Y ahora sale el primer "muerto" de la foto de las Azores diciendo que los musulmanes tienen que pedirle disculpas a España por conquistarla, y sus peloteros y temerosos de él cierran filas en torno al jefe fantasmal que mucho manda, marionetista del Mariano y verdadero espíritu (o también fantasma, a lo mejor espectro) de la derecha que hoy por hoy gusta en este país, la más sabrosa y eréctil, que es la de los Federicos del copón de la Cope, las Cayetanitas Álvarez de Toledo en vaqueros para sordos y la de los Roucos tronadores, dogmadores, hostiadores... Pos vale. Y después de que el moro se nos baje la calzona, que coja España, la una, la grande, la libre, la pobre, y le pida disculpas a América por llenársela de tíos soeces, comilones, folladores, pintos, niños y santamaríos, de rezacredos y ladrones, de esclavistas, corruptores, sifilíticos y chalaos perdíos con casco de conquistador, de conquistador al casco. Hale, eso es: pidámonos todos perdón unos a otros como maricuelas, recémosle a san Ned Flanders y continuemos después viviendo el vidorro de los explotadores, de los tiranos, de los primermunditas blancos, católicos y sentimentales. Y que pida perdón Aznar, también, por el 11 de marzo.

Piénsatelo, Agrupación de Cofradías

Le pregunto a la Agrupación de Cofradías de Jaén si todos los jaenícolas merecemos esos cuatro metros de Juan Pablo II en estatua que piensan plantar en la segunda fase del Bulevar. Piénsatelo un poco. El monumento será para el disfrute público, hayas contribuido a él o no, seas papista o no, ataques al clero o lo veneres, ames a dios o blasfemes contra él con gozo y hasta voluptuosidad. Todos podremos pasar por delante y mirarlo, y decir "cuchi", y criticarlo bien o mal... No sería justo. Algo tan sentido y tan grande como una representación escultórica del polaco retrógrado no debería estar en plena vía pública. Repito: no todos en Jaén nos lo merecemos. Permíteme, pues, que te diga, Agrupación de Cofradías de Jaén, que tu generosidad con todos los viandantes es digna de elogio, sí, como toda generosidad, pero también un poco tirana y absolutista, porque está destinada incluso al que ni la merece ni la quiere. Y también me parece una provocación, ahora que estamos casi, casi consiguiendo esa cosa tan saludable de quitar los crucifijos de las aulas de los colegios públicos para que los nenes no nos salgan rarillos antes de tiempo. Allá ustedes, pero se me lo piensan, ¿vale?

Ataca Solar; ¡vamos, Peñalver!

Qué bueno: a mi Inma, la Solar, la han puesto, de momento, para que agobie a la Carmen Peñalver, esa señora socialista a la que no le tengo todavía confianza, por eso no la llamo Carmen Puri, y que (es un consejo) debería dejarse ver más sola, no siempre con Zarrías, que parece que no sabe ir de barrios y de vecindongueo sin el jefoncho Gaspar abriéndole el camino, y hay que volar, Peñalver, hay que volar por una misma, acuérdate de lo que cantaba Rosa León hace un pilón de años: Yaaaa se escapó mi ayeeeer de tu maaaano poooor el paaaarqueeee... Pues eso. Así que mi Inma, la portavoz del Gobierno del PP en el Ayuntamiento jaenaco, la tiene enfilada y eso está muy bien, es entretenido, porque ya se sabe lo espectaculares que son las tías cuando se enfilan y se rebaten y se ponen las peras a cuarto, desplegando tal muestrario de estrategias que anonada, ¿eh?, vamos que si anonada, tan superiores a los pavos, que lo único que sabemos hacer es esperarnos a la salida. Veremos ahora la reacción de la Carmen, que tiene que estallar según su carácter, no a través de el de ese señor que manda tanto, y avisarles a los jaenitas del pedazo de alcaldesa que les aguarda. Supongo, vamos, digo yo.

Hablar más de "Los Pulseritas"

De "Los Pulseritas", habría que hablar más de "Los Pulseritas", aquí no se habla de "Los Pulseritas" y ése es un error muy grave, puede que imperdonable, lo mismo incluso ya es tarde para rectificar y tenemos el castigo asignado, la penitencia calvaria por no hablar de "Los Pulseritas", un grupo musical de esta ciudad lagártica y pipirranica que hace un flamenquito de barrio hondo, chichero, chunguitero, de filete empanao para la cena, con esa trompeta nostálgica de "húngaros" con cabra y desaliento y con esa cantaora que tiene pinta de todo, de todo, menos de cantaora, la Saviqui, se llama, cosa que me causó una gran desilusión porque yo al principio entendía "la Sariqui", que es más barrio, más literario, mejor dado a la imprenta de esta columna, pero bueno, qué le vamos a hacer, la Saviqui es una pedazo de artista que te riza las carnes con sus quiebros, baila y canta y palmotea y anima al personal como pocas, como ninguna de esas vocalistas puestas a enfriar que sacan los grupos cultos, y cuánta peña recaudan, la otra noche en la terraza del "Deán Mazas" nos lo hicieron pasar agustico, qué de vientres con arbolillo serpenteando, y la trompeta, dios, esa trompeta... "Los Pulseritas", señores.

Grandiosa fantochada comunista

A nuestros abuelos los mataron los fascistas para que ahora las entradas de las fiestas del PCE se vendan en el cortinglés. Si la cosa no es para mear y no echar gota, es para mear y echar sangre, una de dos. ¿Y qué tiene de malo el cortinglés? Hombre, pues supongo que, de malo, lo que se dice de malo, no tiene nada, se trata de una empresa muy buen puestecica, en condiciones, tan millonaria... Pero leche, que estamos hablando de comunistas, esos que se ciscan en el capitalismo y llevan a Marx en el llavero, al Che en el pecho y al Cristo Obrero en la rabadilla, arriba los pobres del mundo y todo eso. No pega mucho, ¿no? Sinceramente, a mí me parece que al rojerío patrio lo que le pasa no es que se haya descafeinado por exigencias del guión político, como algunos se justifican y hasta defienden, sino que está más chalao que mis huevos la calle abajo, no riega, no riega, y con eso lo resumimos, para qué tanto análisis. Es lo que tiene la derecha, ¿ves?, que conserva sus ideas y no se le ocurre hacer el ridículo con un patrocinio impropio, de escopeta y perro, en su caso. Cuánta boquilla comunista, jopé, qué asco. Lo próximo qué va a ser, ¿agasajar a la duquesa de Alba? Laírgen, nene, qué pena dais.

Hasta el corvejón, Ratzinger

No me creo que las intervenciones del Papa no estén previamente "ensayadas" y se dejen de la mano de la improvisación del Pontífice. Lo de la infabilidad del Papa queda muy bien para impresionar a los niños y a sus abuelitas, pero no para creérselo y menos en el Vaticano, donde supongo que tienen lupas muy potentes debajo de los bonetes y de las sotanonas. El Ratzinger la ha liado, y bien, ya le están quemando iglesias y matándole monjas. A mí que no me cuenten que Benedicto XVI no era consciente de que, al decir de Mahoma que era un tío chungo, se podía armar una gorda. Que dios me perdone, pero no puedo evitar pensar en una maniobra planeada. Ya se sabe que, ahora, con las disculpas y las aflicciones y todo eso no se consigue nada: un islamista cabreado no relaja la jeta así como así, sus afrentas se lavan con sangre, de manera que el Papa queda humilde y consternado mientras el polvorín se calienta, a saber con qué fines. Especulaciones, sí, pero me temo que no muy disparatadas. Por otro lado, el Ratzinger se podía haber acordado un poquito de su Santa Inquisición antes de llamarle malvado e inhumano al profeta. Pero claro, como aquello era en nombre del dios verdadero...

Que ahora baile en la cárcel

Queremos ver a Farruquito en la cárcel. Nos importa un pipote que sea joven y guapo, que tenga un futuro prometedor, una carrera brillante, que le sienten tan bien las gafas de sol, que su legendaria familia esté maldita... Farruquito a la cárcel, como cualquier farruquito, y que siga la maldición, que seguramente no es ésa con la única familia con que se ceba. Cuando ya creíamos haber asistido a otro despropósito de la justicia española, a otra patada al artículo catorce de la Constitución, que venía a decir que todos los españoles, menos Farruquito, somos iguales ante la Ley, aparece de pronto un aumento considerable de la condena, aquella regañina que le echaron al bailaor, y nos recuerda lo que ya teníamos tristemente olvidado: que, suelto y de bautizos, había un tipo que había cometido homicidio, que huyó, que culpó a un menor, que ocultó pruebas, que mintió y que, a pesar del remordimiento, seguía meneándose y ganando pasta por los escenarios del mundo, mientras una viuda se desgarraba en otras soleás y un señor cuyo futuro también debía ser muy prometedor, aunque no le corriese el arte por las piernas, se pudría en el cementerio por el simple hecho de haber cruzado una calle.

Perogrullada para incrédulos

El gobierno municipal del PP aprueba echarle unos charipeíllos a las calles jaenonchas más añejamente destrozadas, que son muchas. Una medida que, junto a las grandes obras caóticas de adecuación y aparcamientos subterráneos (de esos que tanto les gustan a ellos), forma parte del paquete preelectoral para que los jaenitas digamos "cuchi qué apañaos son y cuánto hacen por la ciudad" a la hora de transportar la papeleta a la urna en mayo del año que viene. Más claro: el PP que descuajaringa el Ayuntamiento de Jaén hace méritos populistas a calzón quitado para volver a gobernar y no porque de verdad le preocupe el bienestar de los votantes ni la reputación estética de esta capital lagártica y pinchaperras. Bueno, pues, esto, que a tan sabido y hasta natural suena, hay quien todavía no se lo cree en Jaén y piensa que si el infierno urbanístico en el que nos tienen metidos no se ha hecho a lo largo de toda la legislatura es porque no ha podido ser, que nunca es tarde si la obra es grande y que qué buenos son los hermanos derechunos, qué buenos son que nos llevan de excursión. Claro está que, en su caso, el PSOE haría lo mismo, pero esto no debo decirlo, que después vienen las malas caras.

La sociedad secreta de los gorriones

El domingo pasado nos acostamos con el repeluco producido por la posibilidad de que en esta ciudad lagártica y chocha se pueda haber cometido un crimen codigodavinchero. Lo apuntó el programa de Iker Jiménez y eso va a misa, palabra de brujo. Además, nos retrataron una plaza de Santa María y una Catedral con tal retoque fotográfico de misterio y escalofrío que, leche, acojonaba. Y entonces salió un gachón y dijo que el lamentable hallazgo del cadáver de ese hombre podía estar relacionado con una antigua sociedad secreta relacionada con los gorriones, y recordó que en Jaén hay una taberna que se llama "Gorrión". ¡Horror! Lo que le faltaba a Paco Montes, después del año que dice que lleva con la prensa y sus disgustos, es que ahora la gente crea que la bodega de su magistral, entrañable y un poco fría y arisca taberna es logia para aquelarres, masonerías malísimas, asociaciones enigmáticas o vete tú a saber qué, allí todos adorando el jamón momificado y emitiendo cánticos de un arcaísmo que te cagas. Templo jaenita ya lo es, eso lo sabíamos, y más de un hechicero lo frecuenta, pero sin sinvergonzonerías ni cosas raras: mollate, sólo mollate. Aunque esa forma ritual de cortar el queso...

Fusilar a Ruiz Gallardón

Ayer, en una carta de los lectores publicada en este periódico, José María Pardo Crespo se lamentaba de que, obviamente, al alcalde de Madrid no se le puede fusilar por haber casado a una pareja de homosexuales y ejercer una política orientada a la izquierda; y decía, además, que estamos en guerra política y que a Ruiz Gallardón se le ha pillado in fraganti sirviendo al enemigo. Virgen Santísima del Abrigo de Pana, ole la libertad de expresión y el canuto negro de los fusiles lanzando esputos a la izquierda mariconsona del blanco muro de la patria mía, sus huevos ahí. Uno ya sospechaba que el patio en Jaén está peligroso, pero leche, no tanto. Jaén es facha, muy facha, una barbaridad obscena de facha, y personas tan respetables como la que firmaba la carta de ayer hay aquí para darle a Dios en los dogmas, por eso vamos a tener PP hasta que a la bailarina de la calle Colón le salga vello púbico. Ya hablamos de fusilar al rojo. Después habrá que seguir con la bonita labor de pelar al cero y darles ricino a los maricones, ¿no? Todo eso aderezado con sus buenos toques de queda, su censura y sus patrullas itinerantes de matones fascistas. ¿A que se os hace agüita rica la boquita prieta?

Cuando te la ponen caliente

Hola otra vez, ustedes perdonen. Llevo todo el verano aguantándome este artículo. Pese a haber estado viajando por el mundo, gastándome los dineracos que les saco a los premios literarios, inútil: no me lo quitaba de la cabeza. Al principio creía que era el chunchún de la asquerosidad que están cometiendo en la avenida de Madrid (vivo cerca), el cual me llevaba en el cráneo como un eco de municipalidades jodientes. Pero no. Era el artículo. Qué mal rato. Hoy por fin puedo aliviarme. Vamos allá. Hagan el favor de rechazar sin contemplaciones la copa cuyo refresco esté caliente. Pero rechácenla una vez servida, para putear, o niéguense a abonar su importe íntegro tras haberla ingerido. Que aquí hay mucho listorro y mucho operario de bar y mucho chuleta y muy pocos camareros profesionales. Hasta el moño de niñatos y niñatas que emplean esos pasadizos sagrados que son las barras para porros, campamentos o para pagarse los estudios. Que son cuatro cincuenta, redié, y todo cubatero sabe que con el refresco caliente la copa es caca. No valen excusas de nevera recién cargada: el fresquito va en el robo, ése que origina el botellón del que tanto se quejan. Era eso, nada más. Hasta mañana.